Los orígenes

Esta colección que presentamos ahora, Voz Viva, nació en la Universidad Nacional Autónoma de México en los primeros años de la década de los sesenta con el propósito de grabar las voces de destacados escritores y otros creadores artísticos del país, entre ellos algunos vinculados a la Universidad como maestros, colaboradores de Difusión Cultural, de la Revista de la Universidad o del teatro universitario. Las grabaciones se hacían en Radio UNAM y a menudo coincidían con las que la Orquesta Filarmónica de la Universidad realizaba en alguna cabina contigua, por lo cual, no es raro escuchar fragmentos musicales en el fondo de algunas lecturas. La grabación se hacía en cintas de carrete abierto y se distribuían en el formato más común de la época: acetato, LP o vinil, como lo queramos llamar.

La serie arranca con la contribución de Alfonso Reyes, autor de enorme trascendencia en la historia literaria de México, creador de una obra vasta y ampliamente conocida en el ámbito iberoamericano. Corría el año de 1959. Reyes moriría en diciembre de ese mismo año, unos meses después de haberse realizado aquel registro histórico que, por cierto, se llevó a cabo en la casa que el escritor y diplomático regiomontano tenía en Cuernavaca, y con una grabadora portátil comprada por Radio UNAM, exclusivamente para este fin.

La lectura en voz alta

Desde sus inicios, Voz Viva ha tenido una estrecha cercanía con el teatro. El antecedente más notable es Poesía en Voz Alta, espectáculo que convocó el talento y la creatividad de los escritores Octavio Paz y Juan José Arreola, los artistas plásticos Juan Soriano y Leonora Carrington y los directores Héctor Mendoza y José Luis Ibáñez, entre muchos otros. El gran orquestador del proyecto fue el poeta Jaime García Terrés, quien encabezó el departamento de Difusión Cultural en los años cincuenta y sesenta. José Luis Ibáñez, un hombre que dedicó su vida al teatro, lector de una voz y una dicción excepcionales, ha dejado, en una grabación para la colección Descarga Cultura.UNAM, el relato de esos primeros años de Poesía en Voz Alta y de su participación en las numerosas lecturas, en atril o escenificadas, que hizo para la Universidad a lo largo de su carrera.

El objetivo

Con el escritor Max Aub y el Dr. Efrén del Pozo a la cabeza, Voz Viva se propone salvaguardar y difundir, en voz de sus autores, lo más importante de la producción literaria del país. Esto ocurre en un momento privilegiado para las letras nacionales, nutrido por las aportaciones del exilio europeo y latinoamericano, resultado de las dos guerras mundiales y de las dictaduras que se extendían en nuestro continente. El propio Aub llegó a México huyendo de la persecución franquista. Conscientes del momento histórico, García Terrés y Max Aub ejercieron con enorme éxito la tarea de convocar a los artistas más destacados del momento. José Emilio Pacheco nos ha dejado una crónica de aquellos días, cuando el décimo piso de la torre de Rectoría, sede de las oficinas de Difusión Cultural, era el escenario donde se congregaban los creadores más destacados del momento, para proponer ideas y diseñar proyectos con perspectiva interdisciplinaria, todo bajo la curaduría afable y respetuosa del maestro García Terrés.

Cierto es que no todos los autores leen “bien” en términos de locución. No todos articulan con claridad ni poseen una voz entrenada para proyectarla ante un público. Pero hay algo que hace única la lectura de un texto en voz de su autor, algo que la orienta y le otorga un valor extraordinario. Pongamos como ejemplo las grabaciones de Octavio Paz y Juan Rulfo, un poeta y un narrador que fundaron universos totalmente distintos. Quizá la de Paz no es una voz prístina, pero cómo resalta en su interpretación el sentido de las palabras gracias al oído, la entonación, la forma en que su autor las pronuncia para otorgarles su preciso valor en el cuerpo del texto. Rulfo, por su parte, nos regala una lectura en sordina, en ocasiones difícil a causa de la manera en que articula, como si murmurara, el habla que el escritor escuchó en una precisa región del estado de Jalisco, y que él recogió transfigurándola en un decir rumoroso y cargado de magia.

Cuando se impuso la necesidad de grabar las obras de escritores ya desaparecidos, o imposibilitados para interpretar sus propios textos, los responsables de hacerlo fueron personas provenientes del teatro, o bien escritores especialmente dotados para presentar las obras de sus colegas. Hay ejemplos notables: el actor Claudio Obregón leyó de manera magistral los poemas de César Vallejo, mientras que Juan José Arreola, figura mayor de la narrativa hispanoamericana, nos entregó espléndidas versiones de la poesía de López Velarde. Al escucharlos se tiene, en ambos casos, la sensación de que más que leer recrean desde un fondo vital y memorioso las obras de aquellos grandes líricos de nuestra lengua.

Las series

Con el tiempo, Voz Viva se diversificó en nuevas series:

Voz Viva Literatura Mexicana reúne diversas piezas de la rica tradición narrativa indígena, antigua y moderna, de nuestro país. Como es obvio, también en este caso las lecturas corrieron, siempre que fue posible, a cargo de los propios autores –o, en su defecto, de actores y escritores especializados.

Voz Viva de América Latina surge en 1965, cuando la Unión de Universidades de América Latina solicita a la UNAM incluir a escritores latinoamericanos. Así se enriqueció su acervo con lecturas de muchos escritores del llamado Boom latinoamericano, como García Márquez, Vargas Llosa, Borges y Monterroso, entre otros.

Se creó, además, la serie Música Nueva, que recoge piezas diversas de los pioneros de la música clásica mexicana, desde Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y Blas Galindo, a Eduardo Mata y Mario Lavista, dos jóvenes y muy destacados músicos cuya trayectoria comienza a despuntar en los años setenta.

La música popular también se incluyó en el proyecto: la serie Voz Viva Folklore le dio difusión, por ejemplo, a la banda sinfónica de la zona mixe, y se dio a la tarea de recopilar algunas de las canciones más significativas de la Revolución mexicana.

Con perspectiva histórica se crearon las series Voz Viva Universitarios y Voz Viva Testimonios políticos, que se ocuparon de recoger y divulgar crónicas y documentos relacionados con la historia del país (desde la guerra de independencia y la Revolución mexicana, hasta el movimiento del 68) y de la propia UNAM.

La serie Universitarios conserva la grabación de uno de los discursos más emotivos de la historia contemporánea nacional: el que pronunció en 1968 el rector Barros Sierra frente a una multitud de estudiantes, antes de que partiera la comitiva, encabezada por él mismo, de la llamada Marcha del Silencio. Esta alocución se ha convertido en un punto de referencia ineludible cuando se habla de la defensa de la autonomía universitaria.

La producción

Entre las muchas grabaciones que forman parte del acervo de Voz Viva, hay una particularmente virtuosa, si se juzga en la perspectiva de la tecnología de la época: el LP que recoge parte de la obra de Carlos Fuentes en su propia voz. Con este trabajo de edición y montaje, el ingeniero Rodolfo Sánchez Alvarado inició su colaboración con el proyecto. A lo largo de su carrera, Sánchez Alvarado grabó las voces y sonidos de la Ciudad de México, en diversos momentos y ambientes.

Con ese material diseñó pistas sonoras para el teatro, a las que él mismo bautizó con el nombre de “escenofonías”. En el Long Play dedicado a Fuentes, este notable ingeniero suma su experiencia y parte de su acervo a la grabación del escritor, quien representa las voces de algunos personajes del capítulo final de La región más transparente, al tiempo que interpreta varias estrofas de las canciones incluidas en este último pasaje de la novela.

De esta manera, Sánchez Alvarado da forma a una de las ideas esenciales de Voz viva: la lectura como una puesta en escena de carácter sonoro.

Los distintos soportes

La historia de Voz Viva no puede ser ajena a los avances tecnológicos y a la aparición de distintos formatos: desde el LP acompañado de un cuadernillo, pasando por el cassette, el audiolibro con el disco compacto encartado en la solapa y ahora en esta nueva etapa, la plataforma digital.

Asimismo, las grabaciones hechas en estudio también evolucionaron con el tiempo, desde grabaciones análogas plasmadas en cinta de carrete abierto, hasta grabaciones digitales en minidisk, Dat y recientemente en archivos digitales de audio.

Los diseños de portadas y cuadernos nacieron del talento creativo de Vicente Rojo, uno de los artistas plásticos más talentosos y prolíficos del país, y a partir de finales de los 90´s fueron diseñadas por su hijo Vicente Rojo Cama.

En la nueva época digital, comenzaron a comisionarse las ilustraciones de estas portadas mediante convocatorias abiertas a jóvenes con afición o profesión en la ilustración y el diseño; esto para propiciar el diálogo intergeneracional e interdisciplinario. El soporte físico son los libros impresos que ahora contiene un código QR para escuchar la voz del autor o autora desde la plataforma vozviva.unam.mx, estos corresponden a: Notas para un árbol genealógico y otros poemas de Margarita Michelena, El Rayo Macoy de Rafael Ramírez Heredia y Casa rodante de Myriam Moscona. Las grabaciones de Michelena y Ramírez fueron rescatadas de cintas de carrete abierto que habían sido grabadas en los años 80 y que, por diversas razones, no fueron publicadas. Por su parte, Myriam Moscona fue grabada en 2021 y con ella se inició esta nueva etapa de la colección.

El acervo

Dar paso a una plataforma digital que ampliara y multiplicara el alcance de la colección era, en un principio, una idea apenas concebible. Pero el propósito central, la mejor conservación del material, jugó un papel decisivo en el tránsito a nuevos medios y soportes.

Ese propósito se ha alcanzado gracias al esmero de muchas instituciones dentro y fuera de la UNAM, preocupadas por la preservación de esta colección. La Fonoteca “Alejandro Gómez Arias” de Radio UNAM, tiene la custodia de las grabaciones originales en cinta de carrete abierto. La Fonoteca Nacional está a cargo de la digitalización de estos materiales. Y en general detrás de toda la colección hay un equipo profesional y especializado en labores de clasificación, catalogación y digitalización de los materiales, así como en su preservación en condiciones ambientales específicas.

Memoria del Mundo. Unesco

En 2005, Voz Viva obtuvo el nombramiento como Memoria del Mundo, que otorga la UNESCO para reconocer los trabajos de conservación, cuidado y difusión de distintos legados históricos. El nombramiento fue otorgado al considerar el valor excepcional y el interés que Voz Viva representa. Así a la responsabilidad que la UNAM tiene con esta colección, se sumó el compromiso que da la UNESCO de preservar plenamente dicho acervo, protegerlo y difundirlo de manera accesible, permanente y sin obstáculos.

La memoria es la herramienta que nos permite asomarnos al pasado y otorgarle sentido y proyección al presente y el porvenir. Quienes hoy nos empeñamos en preservar y ampliar el acervo de Voz Viva sabemos que el objetivo central es ponerlo al alcance de un público amplio y diverso. Este breve recuento quiere ser una invitación a conocer y disfrutar esta importante serie, fruto del esfuerzo y la creatividad de varias generaciones de mexicanos.